TECNOLOGIA

Esta técnica desarrollada por la Universidad de Oviedo se podrá aplicar también a la detección del cáncer y al estudio de enfermedades raras y neurodegenerativas

El interior de la cueva francesa de Lascaux ya no es del todo un secreto. El Grupo de Problemas Inversos, Optimización y Aprendizaje Automático del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Oviedo, en colaboración con investigadores franceses del Grupo I2-CNRS de la Universidad de Burdeos, ha diseñado un algoritmo que permite analizar y estudiar la estructura del subsuelo mediante técnicas de imagen tomográfica eléctrica que se conecta a la superficie.

 

Para entender mejor el proceso que se lleva a cabo al obtener la imagen, el profesor Juan Luis Fernández-Martínez explica que «es como si al detectar un cáncer mediante un TAC la imagen resultante indica al médico cuales son las zonas que poseen una mayor probabilidad de estar afectadas. Esto es lo mismo pero realizado en el macizo kárstico de Lascaux.

"Parece magia, pero es innovación tecnológica".El objetivo principal era analizar el exceso de CO2, pero la primera referencia obtenida del interior de la cavidad francesa lo que ha descubierto es la existencia de una prolongación en su interior que no se había descubierto hasta la fecha.

 

Se cree que dichos fenómenos relativos al dióxido de carbono se deben a la profundidad de la cueva y a la arcilla de su interior.Esta técnica se puede aplicar al campo de la biomedicina, en el que este grupo de la Universidad de Oviedo lleva trabajando durante mucho tiempo. Este último mes han presentado nuevos resultados acerca del alzhéimer y el cáncer de mama. Afirman que el algoritmo podría ayudar a detectar el cáncer. También trabajan en el proyecto Finisterrae, dedicado al estudio de enfermedades raras y neurodegenerativas.

Amador Menéndez Velázquez (San Pedro de Nora, 1969) científico y divulgador, trabajó durante varios años en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en la actualidad este Doctor en Química pertenece a la plantilla de IDONIAL, y es miembro del Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN).

El ovetense ha sido galardonado con el XV Premio Europeo de Divulgación Científica «Estudi General» con la obra Una revolución en miniatura. Nanotecnologia al servicio de la humanidad, y el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2017 por el libro Historia del futuro. Tecnologías que cambiarán nuestras vidas.

 

Amador no para, y actualmente además de continuar sus estudios dentro del laboratorio desarrolla en paralelo un proyecto con los oftalmólogos Fernández Vega sobre las luces led, llevan ya seis años y acaban de tramitar la patente para comercializarlo. La idea es desarrollar unas gafas con pantallas protectoras hechas a base de nanomateriales que eviten las emisiones nocivas de la radiación lumínica y así evitar glaucomas y cegueras.

Empecemos con su especialidad, la nanotecnología y más en concreto con la luz, ese “material” digamos que en sus proyectos de energía solar y salud utiliza, ¿por qué le interesan especialmente estos campos?

 

La nanotecnología es una ingeniería a escala atómica y molecular. Combinando átomos podemos fabricar materiales a la carta que antes no existían en la naturaleza. Mi línea de investigación es la que podemos denominar como nanofotónica, que es el diseño de nanomateriales para la captura, guía y manipulación de luz. Me interesa esta especialidad por las áreas en las que se aplican como la salud y las energías.

 

Por ejemplo, en estos momentos estoy trabajando en unas pinturas que al depositarlas sobre una ventana hace que esta se convierte en una pequeña central fotoeléctrica capaz de atrapar la luz del sol para convertirla en energía, y así, cuando a la ventana le dé el sol está será capaz de generar electricidad. Los edificios consumen una gran cantidad de energía y emiten mucho CO2. La propuesta no es más que qué los edificios generen prácticamente la misma energía que gastan.

 

Esta pregunta es casi obligatoria, ¿qué opina del impuesto al sol?

 

Estoy totalmente en contra. De hecho, yo siempre lo digo, que en temas energéticos las innovaciones son complicadas porque hay muchos factores políticos y económicos que frenan ese desarrollo. El petróleo sigue teniendo poder, y los países que tienen el poder no quieren que otras fuentes de energía les hagan competencia. Pero si encima le añadimos impuestos lo único que estamos haciendo es alejar la transición energética.

 

 

¿Considera que la energía solar esta desaprovechada por falta de recursos o es más bien por imposición empresarial de las grandes corporaciones energéticas?

 

La energía solar tiene un gran potencial, pero actualmente solo representa el 1% del consumo energético mundial. Hasta ahora la construcción tradicional no contemplaba la fotovoltaica, y ahora que han empezado a hacerlo lo único que utilizan son placas solares opacas, que se colocan únicamente en los tejados, entonces para las casas de campo sirven, pero para las ciudades con rascacielos por ejemplo solo ponerlo solo en los techos se queda corto. Entonces si conviertes toda la fachada de estos edificios, que la mayoría son de cristal, en una fachada capaz de generar energía pues el cambio es enorme.

Cuando hablamos de tecnología, y especialmente en los campos que usted está trabajando, nanotecnología y energía solar, ¿sus respuestas contemplan a todas las poblaciones o solo a las de países más desarrollados?

 

El mercado de la fotovoltaica, y sobre todo las nuevas generaciones de energías como las que trabajamos son baratas y eficientes. Países subdesarrollados como los que podemos encontrar en África desgraciadamente tienen poca energía, o incluso nula en algunas zonas, entonces sería de gran ayuda para ellos desarrollar este tipo de fuente de energía eléctrica. El problema de la energía es muy complicado, es un problema global, y tienen que actuar de acuerdo todos los países porque si no el problema no se soluciona. El problema real son países como China que contaminan muchísimo y las leyes con respecto a las emisiones de CO2 son mucho más relajadas que aquí. Si nosotros utilizamos la energía solar, pero luego en China lo que hacen es quemar carbón, el problema persiste.

 

Usted ha afirmado en alguna ocasión que es imposible que la tecnología llegue a superar a los humanos, porque para ello primero deberíamos tener la capacidad de nuestro cerebro al máximo. ¿Pero seremos capaces de otorgarle sentimientos a las máquinas?

 

En el campo de la Inteligencia Artificial (IA), que es el más sonado ahora a este respecto, no creo que tengamos una IA en general que supere al ser humano en sus múltiples facetas. Tendremos desarrollos en IA estrecha, es decir, máquinas muy buenas en una tarea específica. Por ejemplo, el ordenador de IBM “Watson”, es capaz de diagnosticar enfermedades incluso mejor que algunos médicos, pero es gracias a la cantidad de datos e información que maneja. Pero un super ordenador con múltiples facetas y capaz de superar al ser humano, como se plantea en la ciencia ficción, de eso estamos muy lejos, y creo que no llegaremos. Si es cierto que existe una línea de investigación que se llama “computación afectiva”, que estudia precisamente como las máquinas pueden tener sentimientos o que sean capaces de entender nuestras emociones. Una de las líneas de investigación actuales del MIT es precisamente la aplicación de esta IA empática para educar o asistir a personas autistas, más en concreto a niños.

 

Con las innovaciones constantes en productos y servicios, ¿se puede hablar de burbuja tecnológica o todavía queda mucho?

 

Yo creo que la burbuja tecnológica solo se da en el campo de la inteligencia artificial, que es la que más exageramos su potencial. Deberíamos hablar más del desempleo tecnológico masivo, no tanto de burbuja tecnológica. Además, otro de los problemas, que se pueden dar a nivel económico que haga peligrar a la población es que, si finalmente hay un 50% de desempleados, ¿quién va a comprar la tecnología que fabrique el otro 50%? Sería un sistema en decadencia continua.

 

Y, por último, ¿la tecnología nos hace libres o estamos creando nuestra propia cárcel?

 

Yo soy optimista al respecto. Yo pienso que la tecnología nos brinda oportunidades. En cosa de un siglo hemos duplicado la esperanza de vida, y eso es gracias a la tecnología aplicada en la medicina. Y aunque siempre hay alguien que argumenta que cualquier tiempo pasado fue mejor, es innegable que la calidad de vida ha ido a más.

 

Otra cosa es como gestionamos la tecnología, y ahí es donde fallamos. Yo digo que como científicos tenemos el reto de hacer avanzar a la tecnología, y como sociedad tenemos otro reto, gestionarla adecuadamente, y ahí es donde nosotros mismos nos convertimos en esclavos, por su mal uso. Hay una socióloga del MIT, Sherry Turkle, que ha escrito un libro que se titula: “¿Conectados pero solos?”, y en la portada aparecen un grupo de jóvenes, pero cada uno con su teléfono, y esa es la mejor imagen que tenemos de como la sociedad está haciendo un mal uso de la tecnología a diario.

Marte está en Cantabria

David Ceballos es el CEO de Astroland Interplanetary Agency. Una empresa que está creando una experiencia de lo más particular en la cueva de Arredondos, en Cantabria. Se trata de emular la vida en Marte. Pero no es solo una experiencia turística, también tiene fines científicos. 

 

¿De dónde surge esta idea de experimentar cómo sería vivir en una colonia en Marte dentro de unos años?

Lo que hemos hecho, basándonos en los estudios científicos que aseguran que lo más compatible que hay con la vida humana en Marte es instalarse en los tubos de lava, que es un ambiente muy hostil. Pero que de manera natural te da protección para la radiación estelar, la moderación de temperaturas y otros agentes. Nosotros hemos cogido esa idea y hemos creado una estación pero en la tierra para testar todas las tecnologías y habilidades para que en un futuro sea una realidad.    

            

Muchas empresas importantes están enfocados a viajar a otros planetas, incluso venden ya tickets para el viaje, ¿realmente vamos a llegar crear colonias en Marte?

Sí, yo creo que sí. Qué es una cuestión de tiempo. La incógnita es de cuánto tiempo. Hay gente como SpaceX que lo plantean en un horizonte muy temprano, entre 2022 y 2025, y la NASA y otras agencias han marcado el 2030 como una fecha plausible para llevar una tripulación hasta Marte y ser capaces de volver. Porque hay otros que solo plantean un viaje de ida. Todas las empresas se están centrando en desarrollar toda la tecnología para llegar hasta allí y nosotros estamos poniendo el foco en sobre cómo va a ser la estancia.

 

Con la tecnología actual el viaje está entre tres y seis meses, entonces no es para ir y estar un tiempo corto y regresar. Lo normal, y por el ciclo de rotación de Marte el ciclo es cada dos años, la estancia será duradera. No va a ser corta. Por lo cual hay que pensar en cómo se van a resolver los problemas tanto energéticos como de alimentación, por ejemplo, tanto en cultivos hidropónicos, o la estancia, incluso áreas que todavía no se han valorado como el ocio.

 

Básicamente ver cómo va a ser esa sociedad del futuro. Nosotros de hecho estamos, con una fundación, un centro de pensamiento del futuro, con diferentes perfiles de personas, tanto del área científica como de humanidades, desarrollando el concepto de humanidad ambientada, que es un poco aprender de los errores que hemos cometido en esta sociedad para no volver a repetirlos en una futura. Ya sea en Marte o en cualquier otro lugar. Es como un ejercicio en el que se sacan lecturas para nuestra sociedad actual. Tanto a nivel tecnológico como sociológico. 

 

 

Este año solo contáis con 100 astrolanders, 10 personas por cada misión ¿Habrá más misiones el próximo año?    

La idea es que tenga una continuidad. Vamos a ir aumentando los programas. Todos pertenecen a la líneas científicas reales y hay un interés muy alto en ver que reacciones van a tener los astrolanders, qué tecnologías se van a desarrollar y cómo mejorar de continuo. No va a ver dos actividades iguales.

 

El día a día de un astrolander es el mismo que un astronauta normal. Ellos tienen una fase de preparación que dura 90 días antes de venir a Cantabria y luego hay una fase de inmersión total que a nivel de sugestión, una vez que entras en una cueva y de estas dimensiones de 1’5km de largo y 60 metros de altura, la sensación es de estar en otro planeta.    

                

Contáis con un centro de control. ¿Cómo funciona?

Es nuestra sede operativa. Es nuestro Houston, desde ahí monitorizamos todas las misiones, de hecho se monitorizan las constantes vitales, hay un control continuo.

Hay un retraso en las comunicaciones que es de ocho minutos, que es una media de lo que se tarda en enviar y recibir las comunicaciones de aquí hasta Marte. Además hay psicólogos que están sacando lecturas y aprendizajes de las situaciones de las reacciones de mirco-estrés que se plantean en el seno de la estación espacial dentro de la cueva.

 

 

«El problema de la resistencia a los antibióticos es global»

María de Toro, científica del CIBIR, acaba de recibir un premio a la mejor publicación científica

María de Toro es la responsable de la plataforma de Genómica y Bioinformática en el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR). La logroñesa, de 34 años, acaba de recibir un premio a la mejor publicación científica sobre resistencia a antibióticos. El proyecto, de carácter colaborativo, es el primero en su categoría. La iniciativa surgió a raíz del brote que se registró en el Hospital Central de Asturias, donde se encontró una resistencia inusual a los carbapenémicos -antibióticos de última generación-. Una cuestión «bastante peligrosa» a nivel clínico, en palabras de María de Toro. Para la científica, es clave evaluar la evolución de esta resistencia porque «es uno de los últimos antibióticos de los que disponemos y hay escasez de otras opciones terapéuticas».

 

El trabajo lo abordaron a través de dos vías: «Una, el análisis de genomas, y la otra, la observación en ratones». En el artículo pusieron el foco en la bacteria Escherichia Coli, pero en la investigación monitorizaron otro tipo de microbios con la misma resistencia. «Lo que nos interesaba era examinar si se trataba de un brote limitado al hospital o si existían variaciones entre genomas», explica la científica. En el estudio encontraron que «la dispersión de esta resistencia podría ser fácil, debido a que los elementos genéticos móviles transitan rápidamente entre bacterias», añade.

 

Los antibióticos son un gran aliado cuando se está enfermo, pero ¿qué sucede  cuando nuestro organismo anula su efecto?

Otro de los ejes del trabajo fue averiguar si este problema se traducía en una mayor mortalidad. Por este motivo, se trabajó con ratones. La OMS estima que en 2050, si seguimos así, el número de muertos por infecciones de bacterias multirresistentes superará al de los fallecidos por cáncer. Respecto a esta valoración, De Toro afirma que «es alarmante pero estamos a tiempo de poner medidas». «Tenemos que trabajar en el desarrollo de estos antibióticos y de alternativas para ellos. Lo ideal es que haya muchas opciones terapéuticas con las que tratar a los pacientes en cada caso».

 

El problema de la resistencia a los antibióticos es global», explica De Toro. Según la científica, las tasas de resistencia se han incrementado «brutalmente» y por tanto las instituciones sanitarias alertan cada vez más en campañas de formación y de concienciación dirigidas tanto a la población general como al personal de sectores específicos, como el sanitario o aquellos que trabajan en granjas donde se utilizan antibióticos.

 

Y a pesar de que «en los últimos años en España ha disminuido el uso de antibióticos, tanto a nivel clínico como a nivel veterinario (este último se ha reducido el 30%)», hay que continuar con el mensaje de que la automedicación es peligrosa. «Se deben seguir las indicaciones del médico para evitar este tipo de problemas», concluye María de Toro.

 

Entrevista con...

...Beatriz Crespo Ruiz

Beatriz Crespo innova e Investiga en cómo Salud, Bienestar y Tecnología impactan en Empresas.

 

Emprendedora, Conferenciante y Docente. Doctora en Medicina (Ph.D) y Doctora en Rendimiento Deportivo (Ph.D) especializada en el ámbito de la Salud. 

Su gran pasión es la neurofisiología y las personas. Creció profesionalmente hablando en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, investigando durante 7 años en un equipo multidisciplinar para mejorar la calidad de vida de los pacientes (robótica, exoesqueletos, marcha, telemedicina, rehabilitación y realidad aumentada, fatiga, electroestimulación magnetica transcraneal...).

La tecnología ha experimentado una evolución espectacular en los últimos años.  Ya es normal escuchar que alguien se va a hacer un tac, pet, una resonancia magnética…  ¿Hay algo que nos pueda avanzar respecto a nuevas tecnologías que vayan a revolucionar la forma de hacer nuevos diagnósticos?

 

Bueno yo no sé respecto a la salud, que evidentemente sí y la medicina de precisión.Todo lo que se está trabajando en torno a tecnología que ayude a personalizar tanto el diagnóstico como el tratamiento de cada persona.

 

Por ejemplo la combinación de tecnología, osea de wearables, todo lo que está midiendo variables o biomarcadores de cuerpo humano, combinado con análisis genéticos para saber exactamente que dosis de cada tratamiento, diagnósticos, etc. Ese sería uno  de los avances en el ámbito de la salud.

 

Otro que se está trabajando mucho es precisamente ese uso de wearables que ayude en nuestro día a día sistemantizando la recogida de datos alineada no tanto a la enfermedad sino a los hábitos. Qué hábitos tienes y si esos datos están condicionando la famosa epigenética. Está condicionando de alguna manera la forma de adquirir enfermedades o no, o desarrollarlas de una forma más grave o menos.

 

Entonces, ¿qué cree que pueden hacer las TIC por el sector de la salud?

 

Bueno por un lado en la mejora de los procesos para que cada vez sean más automatizables.Por ejemplo, ahora se está trabajando mucho en las operaciones dirigidas por robots con mayores niveles de precisión. Todo lo que es el diagnostico por imagen a través de la inteligencia artificial y los algoritmos para intentar que haya menos errores en la interpretación de esos datos. Pero esto todavía está evolucionando.

Por otro lado, uno de los retos es la personalización. Una de las cosas que va  a hacer la tecnología es facilitarnos tratamientos cada vez más personalizables a cada persona.

 

Y bueno, ¿ha notado una evolución en cuanto a la forma de trabajar en la salud en la últimos años debido al uso de las tecnologías?

 

Yo creo que hay dos corrientes: una que avanza muy rápido tanto en el sector privado como en el público pero quizá más en el privado por ejemplo en el uso de CRM's que en marketing son los sistemas de gestión de clientes, pues parecido pero en los hospitales. Por ejemplo, para aprender a gestionar mejor la experiencia del paciente. También la forma de los procesos de los pentesting sanitarios, en la atención a ese paciente, familiares, contenidos de interés. Yo creo que en eso si que estamos evolucionando.

 

Y hay otra tendencia que es un poco la resistencia al cambio. Los costes que está conllevando en que no todo el mundo trabaje con los mismos sistemas y que en un momento dado van a hallar métricas estandarizadas, más allá de lo que son analíticas, etc. Por ejemplo, yo en una de las cosas que trabajo es en eso en estandarizar métricas que tienen que ver con bienestar, con hábitos para poder llegar a hacer un mejor diagnóstico de no solamente de enfermedades sino por ejemplo en supervivencia del cáncer que aspectos hay que trabajar en este tipo de perfil de pacientes.

 

 

 

Luego claro, al aplicar tantas tecnologías, ¿cree que es necesaria más formación al personal sanitario parda poder utilizar estas nuevas herramientas tecnológicas para poder sacarle el máximo partido? 

 

Si, yo creo que sí. No solamente al personal sanitario. No solo es una cuestión de profesionales y entornos sanitarios, sino de todos los profesionales que trabajan no solo en el tratamiento de la enfermedad sino también en la prevención de esas enfermedades. Sobretodo, enfermedades que están muy relacionadas con los hábitos de vida. 

 

En este sentido, creo que si que estamos  avanzando pero también creo que faltan todavía bastante educación y formación de base pues para ir entendiendo muy bien los avances que se están haciendo. Hay una iniciativa muy chula, 'Chilandia' en los países nórdicos, que han subido un programa formativo gratuito para todos los ciudadanos de la Unión Europea de aspectos básicos de la inteligencia artificial. Todos necesitamos aprender de todo lo que rodea la tecnología y de los usos de la tecnología para resolver problemas actuales de la sanidad y de la salud.

 

Si mira, justo te quería preguntar sobre eso. He visto que eres miembro de un grupo europeo de inteligencia artificial. ¿Sobre qué va ese proyecto? ¿Cómo puede ayudar al IA en este sentido?

 

Pues mira, la Unión Europea se está quedando un poco atrás en el uso de la IA y de las nuevas tecnologías para promover no solo la sanidad, sino también negocios, avance de Europa… Entonces, ¿qué ha hecho? Desde la Comisión Europea lo que quiere es atraer talento de diferentes puntos de los países miembros para poder trabajar diferentes tópicos. Entonces, yo pertenezco a un grupo cuyo foco es la IA en pequeñas y mediana empresas. Es decir, cómo desde las PYMES, qué conforman el mayor tejido empresarial de Europa, como van a ser capaces de implementar una solución de IA que ayude a Europa a progresar en este sentido. Este es el grupo al que pertenezco en la Comisión Europea.

 

También has creado tu propia empresa, Freedom and Flow Company, una compañía de soluciones tecnológicas para innovar en cuanto al Bienestar y la Salud. Cuéntame un poquito como surge esta idea de negocio y si hay mucha demanda en este sector. 

 

La idea de negocio surge con una necesidad de negocio grande debido a la falta de métricas. No había métricas que estandarizaran el bienestar por ejemplo, a nivel corporativo, que ayudaran a directivos/as de las empresas a gestionar de forma unificada el bienestar de su compañía.  El bienestar entendido no solo desde el punto de vista de la salud física o salud emocional sino también, aquellos aspectos que tienen que ver con el entorno ya sea digital, profesional y personal o con las habilidades que las personas tenemos que tener en el entorno laboral para poder tener mayor bienestar. Habilidades digitales, de socialización, de desarrollo de talento… Diversidad, inclusión, etc. Entonces, surgió así.

 

Vimos que había una falta de métricas, y vengo principalmente del ámbito de la investigación, como Data Science, y a partir de ahí fuimos viendo en los últimos seis años como se podía asociar el bienestar a negocio. Osea, realmente a lo que damos respuesta es a cómo impacta el bienestar en el negocio con el objetivo de que las empresas puedan impulsar ecosistemas cada vez más saludables para que no solo las personas tengas mayores oportunidades de estar sanos mientras que trabajó, sino también con un objetivo de valorar si por ejemplo mejoro la salud en una empresa como Repsol, qué impacto tiene eso en la sanidad pública. Al final la empresa es un medio en el que estamos muchas personas. Es otra forma de facilitar la salud y bienestar en todos niveles.

 

 

¿Cuán importante cree que es la I+D+i para las empresas del sector de salud en nuestro país?

 

Desde el punto de vista del tratamiento de la enfermedad cada vez se está invirtiendo más y desde el punto de vista del I+D+i en la prevención de enfermedades creo que todavía tenemos un camino que recorrer por delante.

 

¿Osea que hacen falta más Amancios Ortega para seguir invirtiendo en nuevas tecnologías que al final suponen salvar vidas?

 

Ahí hay una controversia grande porque salió hace poco un doctor diciendo que Amancio Ortega estaba financiando máquinas de alta precisión para los hospitales. Entonces decía este doctor, que no me parecía descabellada la versión, que nos estamos gastando mucho en sobrediagnosticar cosas. Osea todos podemos tener tumores, pero esos tumores jamás ven la luz y nuca acaban en una enfermedad pero en el momento en el que lo diagnosticamos, aunque sea algo que a los mejor no es sintomático, empezamos una serie de tratamientos. Bueno no se si hacen falta más Amancio Ortega pero si más sentido común a la hora de donde se invierte el dinero y a la hora de invertirlo en herramientas que ayuden a la prevención de enfermedades y la gestión de la salud y no la gestión de la enfermedad. Que también pero prevenir antes que curar.

 

Siempre se dice que la sanidad en España esta muy valorada en Europa ¿cree que además de deberse a que contamos con buenos profesionales, una de las bazas más importantes es el implemento de nuevas tecnologías?

Si, y además no solo tenemos buenos profesionales sanitarios, tenemos una muy buena investigación asociada al ámbito sanitario. El problema de los últimos años es la falta de trabajo y de presupuestos económicos es que ha perdido mucha gente muy buena de investigación sanitaria, clínica y experimental que se han ido fuera. Entonces hay mucha gente española muy buena trabajando por el mundo como en el Instituto de salud de EEUU, en un montón de laboratorios fuera…

 

Yo creo que la sanidad española está muy bien valorado porque tenemos muy buenos profesionales, muy buenos centros y una sanidad pública para todos per puede haber un período de recesión si no solo capaces de seguir aportando mayores recursos y mejor distribuidos a la sanidad pública.

Sobretodo también en el sector de la salud, que lo diferencia de otros sectores es que cada vez vamos a tener más acceso a esos wearables para poder llevar en el día día pero que todavía nos hace falta mucha formación par poder llevar a pie de calle para poder saber usar esos datos en la prevención.

Generamos muchos datos, se los regalamos a grandes multinacionales pero no sabemos usarlo. Por ejemplo hay gente que dice que está recogiendo esos datos en la pulsera de actividad pero no sabe como gestionarlos. Entonces por ahí puede ser una línea importante no solamente en como instituciones u organismos las tecnologías sino como la persona en esta era es una máquina de hacer datos pero no sabemos como interpretarlos.

 

El deporte del futuro que ya es presente

El confinamiento mundial ha catapultado la popularidad de los deportes electrónicos

La competición en el mundo de los videojuegos no es algo nuevo, y sus inicios se remontan a la Universidad de Stanford en el año 1972. Por entonces, grupos de jóvenes aficionados a los videojuegos -minoritarios en la época- se reunían para competir por pura diversión en juegos como Spacewar o Space Invaders.

 

48 años después, la competición dentro de los videojuegos se ha convertido en una industria que factura más de mil millones de dólares al año y que comienza a codearse con el deporte tradicional o el cine. 

 

Desde la aparición de los primeros ordenadores para el gran público, la tecnología ha avanzado inmensamente, y con ello todos los sectores adjuntos, como el de los videojuegos.

 

Con la llegada del juego en línea en los inicios del siglo XX, los deportes electrónicos comenzaron a ganar popularidad a lo largo de la primera década del nuevo milenio. Es en estos momentos cuando las compañías audiovisuales descubren una gran oportunidad de mercado en la retransmisión de estos eventos competitivos de videojuegos. Los aficionados ya no solo quieren jugar, sino que hay un interés en seguir los torneos y jugadores de más alto nivel. 

Alrededor de 2011, los deportes electrónicos o eSports empiezan una nueva fase de la mano de plataformas como YouTube y Twitch, que permiten publicar vídeos y retransmitir en directo de forma barata, sencilla y accesible. Durante este tiempo surgen también videojuegos que nacen con la competición en su ADN como Starcraft, Dota o League of Legends. A partir de aquí, la industria ha vivido un crecimiento rápido y constante hasta llegar a la actualidad. 

 

A día de hoy, los deportes electrónicos atraen a millones de personas y dan trabajo a otras tantas en todo el mundo. Los jugadores profesionales son aclamados y admirados por miles de jugadores, y los principales eventos de deportes electrónicos consiguen cifras de espectadores que en ocasiones llegan a superar los grandes eventos del deporte tradicional como la Champions League o la Superbowl. Sin embargo, esta industria siempre ha permanecido en su propia burbuja, y no ha habido una gran integración con otras áreas más tradicionales con las que se pueden encontrar claros puntos comunes, hasta ahora. 

 

La llegada de la pandemia COVID-19 y el subsecuente confinamiento de buena parte de la población mundial ha causado una nueva revolución en el mundo de los deportes electrónicos. Sin capacidad de salir a la calle a hacer deporte, socializar o consumir productos culturales como cine o teatro, millones de personas han dirigido su atención hacia los videojuegos.

Una buena parte de esas personas son deportistas profesionales, que están aprovechando sus plataformas para fines lúdicos y benéficos con los videojuegos como protagonista. Entre las iniciativas más populares, destaca el torneo del videojuego FIFA 20 organizado por La Liga que reunió a 18 futbolistas de primera división y algunos de los mejores narradores del país en una competición que recaudó cerca de 200.000€ para la lucha contra el coronavirus. 

 

Durante esta pandemia, los deportes electrónicos han dejado su nicho para saltar al mundo mainstream, y con las nuevas generaciones cada día más integradas en la cultura digital, todo apunta a que este sector no va a dejar de crecer. Atentos Messi y Cristiano, que llegan Faker y f0rest.