MODA

Reciclar es moda

Las tendencias, como la creatividad están en constante renovación. Tanto es así que todos los radares apuntan a la joven espontánea, Barbara Vega, como la futura “recycle designer” que viene para quedarse.

BÁRBARA VEGA (Oviedo, 1996) estudiante de moda en Santander esta despuntando nada más empezar. Hace unos meses cuando comenzaba la carrera no estaba muy segura de si este sería su lugar, estaba probando suerte y, casualidad del destino la suerte estaba echada. Definitivamente vale para esto no se trata de dibujar bien, no es una cuestión solo de tener gusto y estilo, es algo más, la moda tiene una esencia básica: la creatividad. 

 

La joven diseñadora derrocha todas las características, prueba de ello su última creación hacer de cualquier tela un pañuelo. 

“Siempre busco como ir a la última tendencia de una forma más económica que el resto -explica- vestir bien no se basa solo en comprar ropa de alta costura o grandes marcas, ese es el referente, el detonante que tenemos que seguir el resto para poder crear cada uno su estilo. Mi ropa es como la de cualquiera, si me gusta, me lo pongo pero siempre busco la renovación".

 

Con esas ganas y esa simpatía que tanto la caracterizan la asturiana se ha decidido a hacer de cualquier tela que se encuentre el must de su armario, eso sí antes sufrirá una pequeña transformación, pasará a ser un nueva cinta para su melena.

 

Utilizo todo tipo de telas, si me apetece y creo que puedo sacarle partido, las utilizo”, así de simple y contundente nos describe su proceso para seleccionar un material u otro. En la fotografía de la derecha podemos apreciar uno de sus diseños favoritos, un pañuelo que nos recuerda a la gama más alta de complementos de Hermes que ha reutilizado de una camisa de su abuela.

“Lo importante es que te defina, de una forma u otra, ¿quien dice que no puedo llevar un pañuelo vaquero y una falda plisada?, si quieres puedes. La reglas están para romperlas y los estándares para guiarte, la moda representa una libertad absoluta para crear, es algo maravilloso. Cuando voy a clase y alguna compañera me pregunta que donde compre mi nueva cinta la respuesta es siempre la misma: es un DIY (Do It Yourself) e inmediatamente me piden ayuda para poder hacerse uno, ayuda que presto encantada”.

 

 

Le hemos preguntado si tiene una nueva idea para renovar su vestuario y, de momento nada le ronda la mente. “La creatividad no es algo que venga cuando quiero, a veces estoy pensando en cualquier cosa,  hablando con mis amigas o tomándome una cerveza por ahí y 

«Siempre busco como ir a la última de una forma más económica que el resto. Vestir bien no se basa solo en comprar ropa de alta costura»

surge, porque esto es así, de cualquier tontería puedes crear algo muy bonito y diferente. A veces incluso pensamos que ya esta todo inventado y nos hacemos los vagos, para qué pensar, ya se le ocurrirá a otro pero mira, ese otro me ha tocado ser a mí hoy”.

 

Su pasión por lo que hace no tiene límites, quiere seguir avanzando y

prosperando, quiere ser alguien aunque ¡nuevo aviso! ya lo es.

Sus profesores la destacan como una pequeña emprendedora, ese tsunami que, en el momento que menos esperemos, arrasará.

 

Y es que, a sus 19 años de edad no se queda atrás, quien sabe como veremos a esta cara bonita cuando acabe sus estudios. Ni ella misma se atreve aventurar su futuro que seguro será provechoso.

The last of the influencers

EIDER PASKUAL (Hondarribia, 1995) empezó con su cuenta de Instagram (@eiderpaskual) hace ya cuatro años. La usaba como cualquier otra red social, subiendo fotos personales, con amigas, el novio, fiestas en Salou... Siempre le ha gustado la fotografía, y su cámara estaba y sigue estando llena de fotos. Poco a poco se dio cuenta de que cada vez las veía más y más gente. Lo que más destacaba eran las prendas que llevaba, recibía comentarios diarios preguntándole donde conseguirlas. Sin quererlo, poco a poco, sus fotos se fueron centrando más en moda hasta poder decir a día de hoy que es una influencer.

De cara al futuro, ¿cómo te ves por ejemplo dentro de 5 años?

 

Espero poder seguir disfrutando haciendo lo que me gusta. Supongo que seguiré en la misma trayectoria o eso espero. También espero poder trabajar en cualquier ámbito que tenga que ver con moda o la fotografía. Me fijo mucho en las editoriales de moda, y me gustaría poder formar parte . Y con  suerte, ¡poder compaginar ambas cosas!

 

 

¿Cómo compaginas tus estudios con estar siempre actualizando tus redes y compromisos?

 

He estado estudiando empresariales, pero no me gustaba nada, y gracias a todas las puertas que me ha abierto Instagram, he decidido dejarlo y empezar una carrera que de verdad me apasiona: Publicidad y Marketing. Ahora mismo tengo tiempo para dedicárselo solo a mis redes sociales. Pero, compaginar ambas cosas no es nada fácil, y cada vez será más difícil... no se como voy a hacerlo éste curso que viene. De todas formas, como bien dicen, “trabaja en lo que te gusta y no tendrás que trabajar ni un solo día”.

 

 

«Me fijo en las editoriales de moda, y me gustaría poder formar parte»

¿Qué proyectos tienes en mente actualmente?

 

Sí, tengo algún que otro proyecto! Soy embajadora de alguna marca, y tenemos cositas por hacer! Por otro lado están los festivales de verano, así que se ya se empiezan a preparar más acciones. Pero por desgracia, donde vivo me cierra bastantes puertas a la hora de eventos... Me gustaría poder asistir a todos pero se me quedan lejos, así que hay muchos a los que no puedo asistir.

 

A la hora de sacarte fotos, ¿Cuántas fotos sacas? ¿Algún filtro fetiche?

 

¡Suelo sacar bastantes! Rápidas, pero muchas. Luego de todas ellas solo valen un par, así que... Además, intento que queden naturales, en la calle, con amigas, paseando, mirando al suelo, móvil, etc! Al final, las más pensadas son las que peor salen. A la hora de editarlas, y ésta es una de las preguntas que más recibo cada día, suelo usar dos apps: Afterlight o VSCO Cam.

 

 

Qué hay"Antes del glamour"

Marta Areces y Marcos Luengo unen pasión y trabajo en un proyecto fotográfico en el Museo Barjola que muestra lo que se oculta detrás de los desfiles

Qué esconde la alta costura, todo lo que no se ve detrás de las luces y los contoneos de caderas de las modelos sobre la pasarela, las telas, los complementos y hasta el maquillaje. Eso muestra la nueva exposición de Marta Areces (Grado, 1963) que acoge el Museo Barjola de Gijón y en la que cada detalle cuenta.

 

Para este nuevo proyecto ha trabajado codo con codo con el diseñador profesional asturiano Marcos Luengo (Grado, 1964), que este año desfiló en Cibeles, para desarrollar 'Antes del glamour'. Una exposición fotográfica que consigue reflejar con una calidad técnica y un excelente montaje el mundo de la moda desde dentro.

 

Si algo caracteriza la colección de este diseñador es la versatilidad de sus diseños. La napa y el ante acompañan al encaje y el crepé de tal forma que combinan a la perfección y forman conjuntos que son pura magia. Todo comienza con las ideas que tiene el diseñador y cómo ese talento se plasma en el papel por medio de los bocetos para que acabe viéndose un atisbo de realidad cuando se hilvanan las telas para realizar las primeras pruebas. 

 

La colección tiene líneas muy fluidas y diseños que, si bien no son recargados, visten a quien los lleva puestos de los pies a la cabeza. Refleja horas de ensayo y prueba hasta que todo queda perfecto, todo tiene una armonía, aquí no se cuenta con el azar. Primero, los momentos de tensión y expectación de las modelos en el 'backstage'. Después, ya se abren las puertas a otro mundo, el exterior, donde cada pieza es juzgada por personas ajenas a todo el trabajo anteriormente realizado. Esta exposición es una oportunidad para poder ver realmente qué hay detrás de un mundo tan, aparentemente, superficial como es el de la moda que, en la actualidad, se trata ya desde un punto de vista completamente opuesto.

 

La fotógrafa asturiana, que comenzó su formación en la Escuela de Ricardo Moreno en Oviedo, es ahora una artista consolidada en toda regla. Ha participado en encuentros como la primera edición de FotoArt Mujer en Gijón, en las Jornadas Internaciones de Fotoperiodismo en Oviedo y ha expuesto en EntreFotos (Madrid). Desde 2015 está envuelta en el proyecto 'Contemporáneos', en el que participan hasta 30 fotógrafos internacionales exponiendo algunas de sus imágenes, que se recogen a su vez en el libro de mismo nombre publicado por Fábrica Editorial.

 

 

La moda en las venas

Ane Martínez (Bilbao, 1996) siempre se ha interesado por el diseño, y a la hora de elegir carrera dudaba entre el interiorismo y la moda. Finalmente, se decantó por esta última. Esta bilbaína, desde pequeña ha sido muy observadora y le encantaba fijarse en cómo iba vestida la gente, una pasión que le viene de familia, ya que sus dos abuelas eran modistas. 

 

De niña vivió rodeada de telares y se entretenía viéndoles coser. Cuenta que les robaba dedales que iba escondiendo en su habitación, y que hoy, después de tantos años, todavía conserva. 

 

Estudió Diseño de Moda en Cesine. Durante su etapa universitaria tuvo la oportunidad de aumentar sus conocimientos de la mano de grandes profesores y actividades prácticas. Quedó fascinada por el taller de Aida Ulibarri en el que tuvo que realizar una camiseta con el menor número de costuras posibles.

 

Actualmente trabaja en un taller que confecciona vestidos de novia en la capital bilbaína, aunque su sueño sería poder crear su propia marca de tallas grandes. Un nicho que considera que las marcas no tienen en cuenta. Algo que se refleja con claridad en los desfiles, donde las modelos han de seguir unos criterios muy concretos. 

Pero Martínez siempre ha apostado por diseños para gente ‘normal’. 

 

 

 

 

 

Para ella el mundo de la moda va más allá de la superficialidad, algo que se ve reflejado en su trabajo, pero reconoce que mucha gente del mundillo aparenta lo que no es’. Su inspiración, admite, que siempre llega de juntar varios conceptos, tirando del hilo de ambas ideas. Después recopila imágenes que le susciten ‘ese algo’ para poder comenzar a realizar sus diseños.                

            

Una de sus más elaboradas colecciones propias fue la de fin de carrera, Onírico, se basó en las fases del sueño, juntando así la ciencia y la moda. Para la investigación del tema propuesto, el sueño, decidió guiarse por una teoría en concreto, ya que no existe ninguna que esté comprobada al 100%. Para ello se baso en la teoría del Instituto de Investigación del sueño. Una teoría analizada y contrastada durante años, que aunque sigue en proceso de investigación, ya que realmente es un tema complejo de análisis. Por cada fase, Martínez realizó un diseño que se ajustaba a lo que el cuerpo y la mente sentían en cada momento.