La tinta, una amenaza para la piel

Las prácticas de arte corporal aumentan los riesgos de transmisión de enfermedades

Entre aguja, tinta y piel no solo hay color y un bonito recuerdo, también hay riesgos. Las técnicas de arte corporal, como los tatuajes o la micropigmentación están en auge y su negocio crece a un ritmo vertiginoso. La Unión Nacional de Tatuadores y Anilladores Profesionales (UNTAP) estima que la cifra de personas tatuadas está entre un 12% y un 15% de la población y sitúa en un millón de tatuajes los que se realizan de media al año. La Consejería de Salud y diversos ayuntamientos acordaron ampliar el intercambio de información para la mejora en las actuaciones de inspección y control de los estudios de tatuajes y piercings con el fin de minimizar los riesgos.

Muchos clientes deciden tatuarse por una mera cuestión de moda o por marcar su identidad propia, sobre todo los jóvenes. Miriam Apellániz, tatuadora en Mab Tattoo, afirma que «el perfil de clientes es de entre 25 y 30 años, pero cada vez viene más gente adulta». «El factor de moda afecta sobre todo a la juventud debido a las redes sociales o los famosos», explica Apellániz. Cuando una palabra o un dibujo se ponen de moda, «viene mucha gente pidiéndolo». El efecto de las redes sociales quedó evidenciado con la tinta blanca: «De repente se publicaron muchas fotos y vídeos de tatuajes con este tipo de tinta; sin embargo, cuando me preguntan por ella no lo recomiendo». «No es igual cómo se ve recién hecho en las redes sociales y luego cómo realmente queda», añade. Según explica la profesional, hay gente a la que sí se le distingue la tinta blanca pero a la mayoría le queda como un efecto cicatriz o se le torna en amarillento.

 

«Es complicado que un tatuaje se infecte si se hace en las condiciones adecuadas», defiende Miriam Apellániz.

Los jóvenes son los que más recurren a conocidos para que les tatúen a ‘precio amigo’. Pero al final lo barato sale caro. De hecho, según la UNTAP, por cada trabajador legal hay dos ilegales. Estos últimos no están regulados y, por tanto, pueden no cumplir con los requisitos básicos entre los que se encuentra la medida de utilizar material desechable para así no transmitir enfermedades.

Los jóvenes son los que más recurren a conocidos para que les tatúen a ‘precio amigo’. Pero al final lo barato sale caro. De hecho, según la UNTAP, por cada trabajador legal hay dos ilegales. Estos últimos no están regulados y, por tanto, pueden no cumplir con los requisitos básicos entre los que se encuentra la medida de utilizar material desechable para así no transmitir enfermedades.

La otra cara de los tatuajes

Las complicaciones asociadas a los tatuajes incluyen múltiples procesos infecciosos, tanto cutáneos como sistémicos. El dermatólogo Miguel Aizpún afirma que «estas prácticas aumentan el riesgo de transmisión de determinadas enfermedades que se propagan por vía sanguínea, como la hepatitis B y C e incluso otras enfermedades sexuales como el VIH».

 

Entre los riesgos derivados también cabe señalar los relacionados con el trauma directo en la piel o mucosas, efectos derivados de una mala cicatrización, infecciones bacterianas, alteraciones dentarias, etc.«Es muy complicado que un tatuaje se infecte si se hace en las condiciones adecuadas», apunta Apellániz. «Cuando ocurre, suele suceder porque la crema que se aplica contra la irritación cutánea contiene alguna bacteria o está contaminada. Si hay infección, la piel revuelve la tinta y una vez curada puede quedar marca», añade.

Por todas las consecuencias que acarrea «es un trabajo de mucha responsabilidad», comenta. El cuerpo es el nuevo lienzo, una especie de diario personal en el que se va escribiendo una historia propia, aunque cada vez son más las personas que acuden a un especialista para borrar o transformar ciertos capítulos de la misma.

El estudio de Mab Tattoo está especializado en el tatuaje paramédico, así como en la micropigmentación. Más en concreto, está enfocado a la reconstrucción de areolas y pezones mediante la pigmentación en 3D tras de intervenciones quirúrgicas como las mastectomías. En cuanto a la micropigmentacion, es una técnica de tatuaje más superficial porque se realiza en la primera capa de la piel.

 

Se emplea para hacer las cejas, la línea del ojo o para maquillaje semipermanente. Según Miriam Apellániz, cada vez se realiza más este tipo de tatuaje. «Al principio los clientes acudían por motivos como las quimioterapias, pero cada vez vienen más por estética», explica la profesional.El perfil tipo de clientes se corresponde con mujeres –en un 70%– de entre 30 y 40 años, «pero cada vez vienen más señoras de 60 años».

Otras técnicas: el tatuaje paramédico y la micropigmentación

 

«Borrar un tatuaje no es fácil, es caro»,

defiende Miguel Aizpún Ponzán, dermatólogo.

Miguel Aizpún conoce los peligros de tatuarse la piel y recomienda acudir a un profesional para prevenir y tratar posibles problemas.  El láser ha supuesto un antes y un después en los tatuajes... Hemos observado que cada vez se demanda más quitarse tatuajes. Ha influido el efecto ‘Melanie Griffith’. Se le llama así porque llevaba tatuado en un corazón el nombre de su expareja, Antonio Banderas. Borrar un tatuaje no es fácil, se necesitan muchas sesiones.

 

Es costoso. Es importante la localización y el color de las tintas. Rojos, azules y verdes son más complicados de quitar. Los riesgos son importantes... Por ejemplo, no se recomienda tatuarse la zona lumbosacra por la epidural. Además, puede haber transmisión de enfermedades. La legislación no es uniforme en toda España y en algunas comunidades la normativa es un tanto laxa.

Los tatuadores han de preguntar siempre al paciente si es alérgico, si tiene alguna enfermedad, etc. ¿Advertencias? Me gustaría destacar ahora en verano que hay que tener cuidado con los tatuajes de henna. El producto en sí es natural y no daña la piel pero en algunos chiringuitos de la playa, para que durara más el tatuaje, decidieron añadir parafenilendiamina, un producto que se encuentra en los tintes de pelo. Este compuesto produce muchas alergias de contacto y sensibilizaciones. 

 

En verano se debe evitar el sol... El calor y la tinta no se llevan muy bien. Además, cada vez se oyen modas más dispares que dañan la piel, como la tendencia californiana de conseguir hacerse un ‘tatuaje’ mediante la abrasión por el sol. Utilizaban unas plantillas con figuras, de modo que tras la exposición al sol quedaba la marca blanca de la silueta frente al contraste de la piel quemada.

SOCIEDAD

Fe, con  de feminismo

¿Qué relación tiene el feminismo y unas monjas de clausura?

Las bibliotecas asturianas

necesitan más libros

Los responsables de la red buscan compensar la falta de novedades literarias con actividades y medios digitales que atraigan a los jóvenes

Las bibliotecas públicas de Asturias no han vuelto a ser las mismas desde los recortes sufridos en 2010 a causa de la crisis. El bajón en las partidas presupuestarias destinadas a este fin, que se mantiene hoy en día, ha causado que los servicios ofrecidos por las bibliotecas se vean mermados desde entonces. Ni el número de préstamos de libros se ha recuperado del todo todavía. Y mucho menos el dinero destinado a obtener nuevos fondos. Así lo certifican los bibliotecarios consultados por este periódico.

 

Hay dos tipos distintos de bibliotecas: por un lado están las que dependen directamente del Principado, como la Jovellanos, en Gijón, o la Pérez de Ayala, en Oviedo, y por otro están las diferentes redes de bibliotecas municipales. Estas últimas son las que subsisten casi exclusivamente gracias a las aportaciones de los ayuntamientos y a algunas donaciones, ya que, como varios coordinadores de las redes admiten, «la cantidad del Principado para las municipales es simbólica».

Pero, ¿a qué se debe la disminución en los préstamos de las bibliotecas, si apenas ha habido reducción de los usuarios? Los muros de las bibliotecas congregan a jóvenes estudiantes y adeptos lectores durante todo el año. Eso apenas ha cambiado, la gente sigue requiriendo este espacio y necesitando de su fondo documental.

 

No importa si solo leen la prensa cada mañana, o pasan ocho horas delante de los libros, hacen uso de la biblioteca y, como tal, cabe esperar que estas puedan seguir, al menos, ofreciendo los mismos servicios que hace cinco años, algo que resulta, si no imposible, muy difícil, ya que sin los fondos necesarios no se pueden comprar novedades editoriales y esto provoca una reducción de los préstamos. En definitiva, los libros de las bibliotecas son prácticamente los mismos en los últimos seis años.

«Cada año la Biblioteca Pública Jovellanos presenta su proyecto a la Consejería de Cultura, otra cosa es que se atienda esa demanda o no. Ha habido incluso recortes en la plantilla, ya que las jubilaciones no se cubren y eso, al resto de empleados que queremos ofrecer un buen servicio, nos dificulta la tarea», admite Ana Navarro, directora en funciones del equipamiento cultural gijonés. El gasto en adquisiciones bibliográficas para este año 2017 asciende a 18.000 euros -3.630 euros menos que en 2016 y 52.630 euros de diferencia con respecto a los presupuestos de 2010-. Una incongruencia de cifras ya que si contamos el número de préstamos de libros, 93.356 adultos y 22.557 en niños, y los comparamos con la cantidad de volúmenes que tienen actualmente disponibles -unos 350.000-, podemos obtener la conclusión de que «aún no siendo malas cifras las de los préstamos, hay gente que no coge libros, porque no encuentra lo que busca, y eso es un problema».

 

Por otro lado, la Biblioteca de Asturias Ramón Pérez de Ayala, la única que debe albergar todos los libros que se encuentren en el resto de bibliotecas de la región, contaba con un presupuesto de 26.895 euros el año pasado, diez veces inferior al que accedía en 2010. Unas cifras que no corresponden equitativamente a las visitas de 534.621 personas y 151.467 préstamos tanto de libros como de materia audiovisual.

 

Para las municipales, al depender del ayuntamiento como recurso económico principal, no han tenido tantos problemas para mantenerse al día, pese a no haber sido tarea fácil ya que las aportaciones siempre se estiman a la baja. La red municipal de Oviedo cuenta con unos recursos económicos que, aunque bajos, «se mantienen estables», como afirma su coordinadora, Chelo Veiga. Sus empleados son funcionarios, y los recortes no les afectan en ese sentido, sin embargo, «como profesionales queremos ofrecer el mejor servicio, y a veces, no es posible».

 

 

La vida contemplativa o la vida monástica siempre ha suscitado mucho interés tanto a los laicos, como a los no creyentes. El misterio de comprender porque una comunidad decide aislarse del resto es algo que muchos no pueden llegar a comprender. Las Hermanas Trinitarias del Monasterio de Suesa en Cantabria no están para nada excluidas de la sociedad y de lo que acontece fuera de sus muros. Al contrario, desde la vida monástica viven muy involucradas en uno de los movimiento de la sociedad actual, el feminismo. ¿Qué puede unir esta causa a la religión? Nos lo cuentan ellas mismas.

 

 

 

 

 

 

 

 

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Nos parece que es un movimiento lógico, que tenía que llegar. Mejor dicho, que viene llegando desde hace años, cada vez más empujante. Es una necesidad dentro de cualquier ámbito de la sociedad. Pero no solo una necesidad para las mujeres, es una necesidad del género humano, porque si no es como que vamos cojeando por la vida. 

 

Hay hombres y mujeres y es necesario que las dos partes caminen con cierta armonía. Cada vez será mayor y llegará un momento en el que se consiga un equilibrio. Es parte de la historia. 

Pero hay un pequeño temor, al ponerse de moda se acaba maquillando la realidad y parece que porque le ponemos voz, todo está bien y que todos somos iguales, cuando no es real en absoluto. Es más evidente que la Iglesia católica es machista, pero no es tan evidente ver este machismo en la sociedad. 

 

Parece que hay igualdad pero no es real. Da miedo que se haga mucha publicidad porque entonces nos acostumbramos y la gente deja de luchar. Aunque parece que hay mucha gente joven que también está levantando la voz, pero nos creemos que ya somos iguales porque, la gente de nuestra generación y las de después hemos tenido una igualdad: hemos tenido compañeros de clase, hemos podido estudiar lo que hemos querido, no lo hemos tenido que arañar, y entonces nos creemos que ya hay igual. 

 

¿Cómo veis la situación actual del feminismo desde la vida contemplativa?

Lo intentamos vivir con empuje pero al mismo tiempo con respeto. Si las cosas se hacen de cualquier manera no hacen mella. Toca ir tomando conciencia, ir despertando primero nosotras. Parece que el machismo es solo cosa de hombres, y es de hombres y de mujeres. Muchas veces las mujeres no nos creemos capaces, y piensan, ‘pero a ver, yo soy capaz de hacer las mismas cosas’. Si yo me veo capaz, al final los demás también me van a ver capaz. Capacitarnos nosotras, empoderarnos nosotras para que cambie algo. Está claro que no va a cambiar quien está cómodo, tenemos que cambiar quienes estamos incómodas. Ese trabajo va a tener que venir desde abajo y no desde arriba. 

 

Ir dando pasos lentos pero bien fundamentados. Por deseo daríamos un golpe en la mesa y hasta aquí, ya está bien. Pero no sería algo real, ni duradero. Los golpes en la mesa no funcionan, pero si se va fundamentando de tal manera que vaya calando y se vaya creando conciencia es algo lento pero durará mucho más. Es el lema que tiene el movimiento de Mujeres en la Iglesia ‘Hasta que la igualdad se haga costumbre’. Algo tan normal que ya no te extrañe, tanto dentro de la Iglesia como en la sociedad. La Iglesia sigue siendo parte de la sociedad.

 

Está empezando a haber revueltas feministas también dentro de la Iglesia. ¿Cómo lo vivís vosotras?

¿Qué tipo de cambios os gustaría ver dentro de la Iglesia?

Lo que se reivindica dentro de estos movimientos de mujeres es el acceso a los diferentes ministerios, la posibilidad de tener toma de decisiones, de puestos de responsabilidad. Las mismas posibilidades que tiene un varón pues que las tenga una mujer.

 

Tu miras a los varones en la Iglesia, las posibilidades que tienen y dices, pues también nosotras. Lo mismo. Con esa sencillez, una igualdad. Si un varón tiene vocación puede ser sacerdote, pues que una mujer si tiene vocación pueda ser sacerdote. Lo normal. 

 

Se tiene que ir abriendo camino el pensamiento femenino dentro de la Iglesia, que ha existido siempre, que se ha relegado siempre y es riquísimo. Perdemos todos y todas si no está. Porque nos complementamos. La sensibilidad que tenemos varones y mujeres, que no es exactamente igual, nos enriquece.

Pero nuestra Iglesia católica tiene un pensamiento muy masculino. Se ha quedado en la oscuridad el pensamiento femenino, y hay que oírlo, porque si no, estamos perdiendo una parte de Dios, una parte de la humanidad muy importante.

 

Hay grandes figuras femeninas en la biblia de las que nunca se habla y son igual de importantes que las masculinas. Nos lo estamos perdiendo, tienen una riqueza y una enseñanza que no tienen los varones. Vamos a ponerlo todo sobre la mesa. 

 

Hay muchas mujeres teólogas y ellas también tienen que tener acceso a ser profesoras de universidad, a poder levantar la voz y hacer una lectura femenina de la biblia y de diferentes temas dentro de la Iglesia. 

 

 

 

No cabe duda, no sabemos cuando, pero lo tenemos claro. Pero creemos que cambiará mucho el modelo de Iglesia. La figura del Papa será de otra manera. Cuando las mujeres vayamos entrando en los puestos de responsabilidad y de toma de decisiones, irá cambiando el estilo. Porque tenemos otro estilo de funcionar. Se irá hacia un modelo muchas más circular, más sinodal.

 

¿Quién sabe si dentro de 200 años no hay un Papa y hay un grupo de personas que coordinan? Este modelo es mucho más de Jesús, más circular, una estructura menos jerárquica. Cuando hay mujeres al frente de comunidades cristianas hay otro talante. Iremos suavizando las aristas y quien sabe si el Papa será Mama o no habrá y será de otra manera. 

 

Se pide algo más dentro de la Iglesia, en las comunidades de religiosas, la función de la superiora ya no es tan piramidal, como antes. Es todo más comunitario, más consensuado, más hablado. Más asambleario. 

 

¿Creéis que en algún momento el Papa puede llegar a ser una mujer?

¿Cuándo empezasteis a utilizar el plural femenino en las liturgias?

Hace más de quince años. Hicimos un proceso de replantearnos un poco nuestra vida y dentro de nuestra vida es muy importante la liturgia. Empezamos a estudiar cuál es el origen de cada cosa que hacíamos. Incluso las cosas más sencillas y más simples, porque nos vestimos así, porque el cura lleva este objeto, hasta los más complejo.

 

Ahí nos dimos cuenta de la necesidad de expresarnos en un lenguaje que no pretende tanto ser femenino, sino inclusivo. No es que ‘nosotras’ las mujeres rezamos a Dios, sino que ‘nosotras’ las personas, rezamos a dios. 

 

Lo que pasa es que somos una comunidad femenina. Pero no pretendemos que sea femenino, no pretendemos que el mundo sea femenino, sino que el mundo sea inclusivo. Le damos un toque. A los oídos suena femenino, pero pretendemos que sea más inclusivo. De un ‘nosotros’ a un ‘nosotras’ las personas. Ahí tiene mucho trabajo la RAE. 


 

 

¿Cómo fue el proceso?

Fue un proceso largo. Somos hijas de la sociedad y también hablábamos en masculino, pero poco a poco el lenguaje va cambiando. Ya no nos sale decir los hombres, decimos las personas. Si tenemos que leer nosotros los hombres, no nos sentimos identificadas.

 

Automáticamente ya nos va saliendo un lenguaje mucho más inclusivo. Es un proceso en el que de vez en cuando le pegamos alguna que otra patada a la lengua. También ha sido un proceso largo, ya que al ser una comunidad, no todas las hermanas tienen la misma sensibilidad con este campo. Para que esté fundamentado queremos hacerlo juntas por lo cual se necesita más tiempo y tampoco hay prisa. Igual dentro de un par de años nos damos cuenta de otro aspecto y queremos cambiarlo. La vida es movimiento.

 


 

 

Tampoco lo hemos querido forzar. Ha salido natural. Si es verdad que un primer momento cada una rezaba a su manera. Ahora se oye más el femenino y si que se va impregnando, te acostumbras. Porque al final lo haces tuyo. Nosotras también somos parte de esta Iglesia que reza, y por tanto nuestra voz, en femenino, también tiene lugar. 

 

La gente que viene y lo escucha por primera vez despierta. Hay mujeres a las que les despierta y se dan cuenta de que la Biblia también está escrita para ellas. Y lo escuchas de otra manera.

 

Hay hombres a los que también les pasa así. Están más atentos porque les chirría un poco al principio. Pero bueno, sí o sí despierta y eso es lo bueno. Porque a veces vamos a las celebraciones, te están soltando todo el rollo y no te estás enterando. Entonces de repente cambias la palabra y estás atento. 

 

 


 

 

¿Creéis que cambiar el lenguaje es importante dentro del feminismo?

El lenguaje nos conforma, no da igual que digas nosotros los hombres, que nosotras las personas o los seres humanos. No da igual. El lenguaje nos conforma y por eso evoluciona. Hay muchas reticencias. La RAE dice que el género masculino es el que funciona como genérico. Lo correcto sería hablar de las personas. No generalizar diciendo los hombres. Eso es lo incorrecto.

 

El lenguaje evoluciona. Ahora se puede decir almóndiga. Suena fatal y la RAE lo ha aceptado. Pues de la misma manera es importante hacer fuerza con este tema. Es cierto, gramaticalmente es incorrecto. Sí, lo sabemos, pero aun así queremos ir apretando un poquito las tuercas para que llegue un momento en el que esto se acepte. 

 

 

 


 

 

¿Qué pensáis de los desdoblamientos de palabras?

 

Hay palabras en las que me suena fatal, hay otras en las que no es necesario. No suena bien decir cantanta, o policíos. Chirría un poco. Pero el lenguaje es así, hay muchas cosas del castellano que también chirrían. 

 

Podríamos hablar también todo el rato de hombres y mujeres, pero es farragoso. Entorpece. El lenguaje es para comunicar así que simplifiquemos. Si es verdad que lo de miembros y miembras suena mal. Pero bueno el lenguaje evolucionará según lo que quiera la sociedad. Vamos a empujar por lo que creemos y que si además entran estos cambios, pues bien.

 

 

 

 


 

 

Habéis encontrado la forma de hacer un lenguaje inclusivo sin tener que desdoblar. Algo que se ve mucho con las profesiones. Una de las corrientes que más se está hablando en el feminismo es en vez de decir enfermeras y enfermeros, el personal de enfermería.

 

Es lo más inclusivo. También somos muy flexibles, a veces decimos ‘los’ otros ‘las’, según lo que nos pegue más. Decir las judías, me suena a comida, por ejemplo. Suena raro. Nos concedemos esa libertad de poder expresarnos de una manera o de otra.

 

Que hablemos en plural femenino no significa restringir otras opciones. Sería absurdo porque estaríamos en el otro lado. Nosotras no apostamos por ir al otro lado, si no por intentar caminar de la mano lo mejor posible con las licencias que nos podamos permitir. 

 

 

 

 


 

 

¿Cómo se lo han tomado los curas que vienen a oficiar las misas?

 

El actual está tan feliz. Hemos tenido muchos a lo largo de los años y no hemos tenido problemas, ninguno nos ha dicho nada. Unos entran y funcionan en femenino y otros en masculino, pero no te dicen nada. Solo faltaba: que venga el cura a decir que estamos haciendo algo mal. Pero justamente en este caso no hemos tenido ningún problema. 

 

 

 

 

 


 

 

¿Cómo se lo han tomado los curas que vienen a oficiar las misas?

 

Sí. Ha habido gente que se ha enfadado. Gente que está totalmente en desacuerdo, les parece mal, les parece que estamos cambiando el lenguaje de Dios y que eso no puede ser así. Intentamos razonar con ellos respetando su opinión y ya está. 

 

Muchas veces nos agarramos a decir que la Biblia es una traducción de una traducción. Hablar del dios de los ejércitos dice poco, pero está en la Biblia. Pero también hay una parte muy femenina de Dios, como esa osa que defiende a sus cachorros. Esa imagen también es Dios, por lo que se puede hablar de otra forma de Él. Con la misma fuerza, porque las dos son Palabra de Dios. Les invitamos a ir a esos otros textos, que están un poco más escondidos. Toca rescatar ese otro lenguaje que también existe. 

 

 

 

 

 

 


 

 

En la misma línea, Carmela González, coordinadora de la red de Mieres, afirma tajante que «necesitamos tener permanentemente los fondos renovados, y eso nos lo aporta el Ayuntamiento o incluso la donación de ejemplares que posea algún vecino». Una red que el año pasado se manejó con los 15.000 euros que aporto el Ayuntamiento y los 3.200 de la Consejería y que debe repartir los títulos entre cuatro centros municipales.

 

Gijón, al igual que la capital, cuenta con once bibliotecas municipales, lo que amplía la necesidad de fondos y hace más evidente la escasez de libros. Algo que no deja indiferente a nadie, y menos a Patricia Menéndez, coordinadora de la red gijonesa: «El presupuesto se mantiene, pero es bajo», admite, aunque quiere aclarar que el análisis del estado de las bibliotecas no es tan simplista. «Hay mucha controversia. Las bibliotecas, hoy en día están en un momento dificil, de cambio, porque incluso con el descenso continuado de usuarios y de préstamos, aunque no sea nada alarmante, también influyen lo digital y los cambios en la vida cultural», concluye. Se trata de una red que tiene un total de 336.000 unidades censadas en 2015 en el fondo documental y que realizó, en el mismo año, 271.754 préstamos.

 

 

 

 

 

Parece ser que la irrupcion del mundo digital ha hecho perder socios a las bibliotecas. En las de Gijón trabajan día a día para «atraer a los jóvenes de otra manera, hay que adaptarse a los cambios generacionales y de vida», confirma Ana Navarro. Y es que el acceso a través de internet a la lectura, a los libros, a los periódicos es cada vez más habitual, y cada vez son más los usuarios, incluso los de edades avanzadas, que se han sumergido en la red. Quizás sea hora de repensar un modelo que, salvo los procesos de informatización realizados en los últimos años, apenas ha cambiado en los últimos siglos.

 

 

 

 

 

¿Ha habido problemas con feligreses?

 

A la jungla impenetrable

Camboya, conocida en algún tiempo como el imperio Khemer, es un país de templos monumentales, de campos de arroz y de una férrea cultura. Sin embargo, para conseguir su independencia, hace tan solo 66 años, pasó por una dura guerra civil a la que se le sumaron años de inestabilidad política y corrupción, más su participación en la guerra de Vietnam. Camboya quedó devastada.

 

A día de hoy, al viajar allí «te das cuenta de lo afortunados que somos por poder estudiar, de tener agua potable, duchas con agua caliente, o incluso de poder elegir con quién te vas a casar», explica Berta Ruiz, logroñesa que ha ido a hacer un voluntariado a Camboya. La joven de 17 años decidió volar hasta Samraong, una ciudad al noroeste del país cuyo nombre significa 'jungla impenetrable'. Tres semanas de verano dedicadas a colaborar en un proyecto que engloba educación, deporte y la construcción de una escuela. Su parte favorita fue la primera: «Los niños están muy interesados por aprender inglés, por corregir sus errores y mejorar su pronunciación. Además, se les coge mucho cariño», dice Berta Ruiz.

 

Lo que más le sorprendió al llegar fue el calor húmedo y también cómo conducen: «Adelantan como les parece y van hasta cuatro personas en una moto». La vida es totalmente distinta. De hecho, los primeros días llegó a pensar que no iba a aguantar allí porque en su habitación había gecos -un tipo de reptil- y arañas. Por las noches era difícil conciliar el sueño: «Oía todo tipo de animales metiéndose por los agujeros de las paredes o en el precario tejado», dice Ruiz. Al final, superó ese miedo y se acostumbró a los ruidos y a la situación.

 

La cultura Jemer no tiene nada en común con la occidental. La dieta camboyana -por ejemplo- es muy diferente. Está basada en arroz, noodles, verdura y fruta. En la semana dedicada al deporte, se trasladaron a un poblado muy pobre en el que «desayunábamos, comíamos y cenábamos arroz», explica la voluntaria. Así que lo que más echó en falta fue la comida y vestir a su gusto: «La leche por las mañanas, el pan, la carne, la pizza, y el poder llevar pantalones cortos o camisetas de tirantes ya que sino la gente se quedaba mirando», comenta. Y lo que más curiosidad le produjo fue el idioma, la religión budista y sus creencias en la reencarnación.

 

La voluntaria se lleva una gran experiencia que volvería a repetir. «Aunque algún día puedas pasarlo mal por ciertos motivos ayuda a apreciar desde la libertad personal hasta las oportunidades que te ofrece un país desarrollado», explica Berta Ruiz.

 

'Una habitación propia' y feminista

Es tiempo de reflexionar, de pensar sobre el futuro que les depara a las niñas de hoy, a las mujeres del mañana. ¿Y qué mejor lugar que las bibliotecas? Lugares de meditación, de lectura, de aprendizaje. Letras e ilustraciones adornan 'Una habitación propia', el nuevo espacio abierto en la biblioteca Rafael Azcona destinado a fomentar la igualdad desde la infancia y prevenir la violencia de género.'Pelea como una chica' de Sandra Sabaté, 'Manual Ultravioleta' de Clara Sarra o 'Cansadas' de Nuria Varela son solo algunos de los 200 títulos que se pueden encontrar entre el área infantil y la adulta en las que se divide la habitación. El común denominador: el feminismo o igualitarismo -como se prefiera llamar-.

 

La sala, ubicada en la primera planta del edificio, ha sido inaugurada hoy por el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza. «Sensibilizar, concienciar y educar son los tres verbos con los que queremos conjugar este espacio», ha explicado el primer edil.

 

 

La Biblioteca Municipal Rafael Azcona estrena el nuevo espacio

de lectura 'Una habitación propia' por la igualdad de género

Un compromiso igualitario

 

Esta iniciativa es una de las primeras que se ha puesto en marcha por la concejalía de igualdad, promovida por Eva Tobías, con el objetivo de que «eduque y forme en igualdad a nuestros menores y jóvenes para romper modelos y roles con mentalidades ancladas en la injusticia», ha expresado el alcalde. Para conseguirlo, los temas se abordarán de forma lúdica con actividades y talleres que completen la formación desde la infancia. Igualmente, se hace un llamamiento a que el personal investigador y las partes interesadas acudan a este lugar para realizar intercambio de conocimientos en estas materias.

 

Hermoso de Mendoza ha concluido antes de inaugurar la sala que «este es el Logroño comprometido que queremos crear entre todos y todas. Un Logroño igualitario para crecer mujeres y hombres en una sociedad más justa». La Biblioteca Rafael Azcona «siempre se ha volcado en los proyectos y programas comprometidos con la igualdad de género ya que se relaciona con varios ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y en concreto con el ODS 5 que consiste en lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas; y contribuyen a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas», según explica el consistorio.

 

 

Este espacio debe su nombre a Virginia Woolf que en uno de sus libros manifiesta que «una mujer ha de tener dinero y una habitación propia si desea escribir ficción». Conseguirlo fue «fácil y rápido» porque se disponían de los dos ingredientes necesarios: el dinero fue donado por el fondo del Pacto de Estado contra la violencia de género, y la habitación, se hizo un hueco en la biblioteca Rafael Azcona.Este «espacio vivo» ha sido diseñado por la directora de proyectos expositivos, artísticos y culturales, Susana Bador, que ha dotado al lugar de mobiliario y de una decoración en la que se han utilizado obras de artistas riojanas como Laura Meseguer, Raquel Marín o Rosa Castellot, entre otras. Un hall abierto, sin puertas, y con grandes ventanales por el que se cuela la luz diurna. Sin duda, el punto perfecto para disfrutar de una lectura relajada que incentive a los lectores a tomar las riendas de una sociedad íntegra, diversa y equitativa donde no haya cabida a la desigualdad ni a las conductas violentas.